Fuenlabrada, 03 de abril de 2009. Hace unas horas, los líderes del G-20 han llegado a un acuerdo en la cumbre de Londres para intentar superar la crisis económica, que incluye una reforma del sistema financiero y un fondo de un billón de dólares (743.000 millones de euros) para el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. España aportará a este fondo 4.000 millones de euros, según ha anunciado el presidente de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Cantidad que se suma a los 9.000 millones de euros que el Gobierno dio como aval al Banco Castilla La Mancha. Ambos anuncios se unen a la noticia de la subida del número de parados que asciende a más de tres millones en febrero.
Dicen los políticos que esa inyección de miles de millones al sistema bancario, es para que los bancos presten más dinero a los particulares y las empresas, reactivando así la economía. Lo que no dicen es que si te quedas sin trabajo y no pagas tres recibos, no te dan ningún préstamo porque apareces en todos los bancos en el registro de impagados. Si no pagas, no te damos dinero. Sin dinero, no consumes. Sin consumo, más despidos.
Por eso, no deja de ser alarmante la pasividad con que se está enfrentando el problema. Llevamos 18 meses de crisis constante y sonante. 18 meses de caída continua en los índices bursátiles, cifras de producción y datos de crecimiento, así como 18 meses de un incremento desempleo mundial. Ya lo dijo Juan Somavía, director de la Organización Mundial del Trabajo: “Nos enfrentamos a una crisis global del empleo”. Y mientras este tema no se resuelva, la crisis seguirá creciendo. ¿A qué se está esperando?
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